En este artículo te damos las mejores ideas para pintar, decorar y cuidar tus macetas ¡Empecemos!

Las macetas son un gran lienzo en blanco para quienes quieren expresar toda su creatividad y darle un toque de color a sus jardines. Pero si nunca lo hemos hecho antes podemos tener dudas sobre cuáles son los materiales más apropiados para esta tarea.
Lo primero que tenés que considerar si las macetas son de barro y las acabás de comprar es darle una lijada y pasar un cepillo seco para sacar los restos de polvillo. Es importante este proceso para conseguir un mejor resultado final.
Tanto las macetas de barro cocido, como las de fibrocemento poseen superficies porosas, o sea que absorben humedad y por lo tanto, con el tiempo, aparecen manchas que le dan un aspecto medio feo. Por esta razón es una buena idea preparar la superficie a pintar utilizando un impermeabilizante como la goma laca que genera una película resistente que sella la superficie por completo.
Ya, llegado el momento de pintar las macetas nuestra sugerencia es que emparejes la superficie con alguna masilla, dejes secar, lijes y luego pongas manos a la obra con el color.
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¿Qué pintura usar?
Hay varios tipos de pintura que podés utilizar para pintarlas, por ejemplo, la pintura acrílica. Primero te aconsejamos dar una mano con una base acrílica clara, puede ser blanca, para uniformizar y que los colores que vayas a utilizar se vean bien puros. Luego, ya con el diseño elegido, podés hacer el dibujo con un lápiz negro y comenzar a pintar con la gama de colores que hayas elegido. No te olvides de dejar secar bien y para dar terminación y proteger la superficie con un barniz transparente o nuevamente con goma laca.
Otras pinturas que se adaptan muy bien son las pinturas a la tiza. Son esmaltes al agua, de alto poder cubritivo, súper fáciles de aplicar y vienen en unos colores preciosos. Para proteger este tipo de pinturas podés usar cera o bien un barniz que viene específicamente para la terminación de trabajos realizados con pintura a la tiza.
Animate a pintar tus macetas y dejá volar tu creatividad.
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Lijar y limpiar, clave antes de pintar
Así como cuando tenés o querés darle una mano de pintura a una pared de tu casa, también debés hacer un procedimiento parecido en tus macetas.
En caso de que sea una nueva de cemento o arcilla, primero habría que pasarle un cepillo tanto en el exterior, como en el interior. Si es es que notas alguna imperfección, va a ser necesario que pases una lija y vuelvas a realizar un cepillado.
Pero si se trata de una vieja, primero se debería lavar con abundante agua, detergente y raspar también las impurezas. Después tenés que esperar por lo menos entre 3 o 7 días hasta que se seque por completo, así no quedan rastros de humedad que puedan afectar la pintura.
Una vez finalizado, para que no se estropee en un futuro, ya sea de cemento o barro cocido, hay que aplicarle laca acrílica. De esta manera se logra que se impermeabilice y que no aparezcan con el tiempo manchones amarrillos por la humedad.
Si optaste por una maceta de plástico, también vas a tener que lavar con profundidad. En el caso de que ya la hayas usado, es recomendable que pases una lija suave para quitar restos de sarro o humedad.
En este caso no hace falta impermeabilizar, ya que no tiene la porosidad y absorción que tienen las de arcilla. Si se le puede agregar una base de acrílico para darle un acabado más brillante.
¿Por qué es importante barnizar las macetas pintadas o decoradas?
Algo que no debés dejar pasar una vez que termines de pintar tu maceta es pasarle una mano de barniz o laca. Esto se debe a que las macetas siempre están en contacto con el agua y la humedad. Con el tiempo van afectando las superficies de los recipientes.
Por eso, de pintarlas o decorarlas con alguna obra de arte, es probable que con el tiempo se arruine o aparezcan manchas amarillas. Para evitar que esto suceda, solo basta con aplicarles esta base protectora.
De esta manera, lo que hayas pintado en tu maceta de barro se mantendrá por muchos años sin sufrir ningún tipo de alteración. Además, con el barniz se cierran los poros que tiene la arcilla y ayuda a evitar futuras rajaduras o quiebres que pueda tener.
¿De qué otras maneras se puede decorar una maceta?
Además de pintura, hay otras maneras de darle color y vida a los recipientes donde se cultivan las plantas. Y muchas de ellas se pueden realizar con elementos muy sencillos, baratos y accesibles. Desde cintas, maderas, stickers, caracoles y semillas le pueden dar otro toque.
Si no sos muy hábil a la hora de pintar, podés optar por pegarles hilos encerados o de yute, para darle un estilo más artesanal; que puede tener un color más rústico o colorido dependiendo de lo que quieras elegir. Algo parecido se puede hacer con cintas bebé o adhesivas.
Otra manera de darle un estilo rupestre es a través de ramas o maderas. Se pueden colocar varios palos alrededor de la circunferencia de la madera, atados con algún hilo para que estén juntos. O bien se puede serruchar rodajas de ramas y pegarlas alrededor.
Algo similar se puede hacer con diferentes tipos de semillas. Podés optar por colocar todas iguales o armar diseños usando distintos tamaños o colores. Incluso si preferís apartarte del ambiente de campo, podés pegarle caracoles y darle un aire más marítimo.
Cómo cuidar las macetas de barro
Más allá de la gran resistencia que tienen, ya que pueden soportar diferentes temperaturas y almacenar grandes raíces, las macetas de barro requieren algunos cuidados para que no se rompan o tengan varios años de vida útil.
Una vez que hayas comprado tu maceta, es recomendable que la remojes. Debés sumergirla por lo menos 24 horas en agua fría o a temperatura ambiente. El motivo por el cual deberías realizar este procedimiento, es porque el barro es muy poroso y absorbe mucho la humedad. Por lo tanto, si plantas algo de inmediato, lo más probable es que se muera porque no llegue a captar los nutrientes para realizar la fotosíntesis.
Además, al mojar las macetas abundantemente y por un largo periodo antes de colocar cualquier plantín o semilla, vas a evitar futuras rajaduras que con el tiempo puedan romper el recipiente.
Otro tip para tener en cuenta para el cuidado de tus macetas de barro es evitar la presencia de sarro. El agua con el que regás cotidianamente tiene un montón de sales y minerales, que con el tiempo se van acumulando y formando una capa blanca y gruesa. Si bien no afecta a su estructura, si es que la pintaste puede arruinar tu diseño.
Para evitar que se genere esta capa y no colocar químicos que arruinen tu planta, una buena manera de evitarlo es suministrando aceite de lino. Este producto es capaz de desplazar y despegar el sarro.
Cómo hacer un trasplante sin dañar a tu maceta decorada
Las plantas y pequeños árboles pueden ir creciendo de manera acelerada, de manera tal que ya no quepan en la maceta de barro. Cuando sucede esto, para que no muera, es necesario realizar un trasplante. Muchos incluso evitan hacerlo, por miedo a romper algo en el proceso.
El primer paso que debés hacer es dar vuelta la maceta y dejar caer la tierra que esté más suelta. En caso de que no se desprenda mucho, primero deberías remojar un poco y golpear suavemente la base. Podés usar una pala o tus manos para ir removiendo las partes más delicadas o complejas, como la raíz.
Una vez que hayas removido todo, es un buen momento para revisar el estado de la maceta en general. Si notás muchas grietas o que la base está demasiado blanda, lo mejor sería comprar una nueva. Tené en cuenta que los jardineros y especialistas recomiendan que se las reemplace cada tres años, aproximadamente. Así que si ya tiene más años, pero igual se ve en buenas condiciones, es recomendable tener el mayor cuidado y revisarlas regularmente para detectar si se produce alguna fisura.